11/7/12

Deporte e literatura: "Un asesinato piadoso"


O periodista e escritor José María Guelbenzu, obriga á xuíza Maria de Marco, protagonista dunha interesante serie de novela policíaca, a facer deporte tras un traslado profesional e por unha cuestión de quilos.

"El día siguiente al asesinato de Cristóbal Piles, Mariana aparcó su coche en el Paseo Marítimo y salió a correr por la playa vestida con unas mallas negras, pantalón corto, camiseta también negra y calzado deportivo.
(…) El frío la estimuló. Corría a buen ritmo, sin forzar la velocidad, cuidando la respiración. Había tomado la costumbre de hacerlo de lunes a viernes, a poco de amanecer; corría durante una hora y después regresaba a casa, tomaba una ducha y un desayuno fuerte y salía hacia el Juzgado.
(…) Se había aficionado a correr a poco de llegar a G… Fie como una iluminación repentina porque a ella nunca le pareció ni medio sensata la práctica del jogging, a pesar de que las películas americanas parecía deducirse que se trataba de un ejercicio reservado a jóvenes esbeltas y glamurosas, porque la dura realidad española mostraba otro tipo de participantes que, salvo excepción de esa clase de gente atlética que nunca falta, más bien parecían estar tirando de sí mismos, desmadejados, sin resuello y con las piernas torcidas. Todo empezó por un problema de báscula que, aunque ella se cuida bien, le confirmó que su profesión era demasiado sedentaria; además se hallaba en ese trampo de edad en el que ya no se queman energías con tanta facilidad como en los años jóvenes…"

J. M. Guelbenzu. Un asesinato piadoso. Barcelona, Punto de lectura, 2011, páx. 71-73

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